PRIMERA TAREA
LA EDUCACIÓN MORAL
La educación moral es aquella que ayuda a ser personas
críticas, capaces de asumir el propio juicio moral.
LA EDUCACIÓN MORAL
La educación moral debe insertar o ajustar a los
individuos a la colectividad a la que pertenecen. La formación moral se
describe como un proceso mediante el cual los sujetos reciben de la sociedad el
sistema vigente de valoraciones y normas, que se les imponen con una fuerza
ajena a su conciencia y a su voluntad. Se les imponen con la autoridad que
emana de una entidad social superior a los individuos, que, además, puede
ejercer una ascendencia y una presión sobre ellos. En síntesis, la educación
moral como socialización se basa en mecanismos de adaptación heterónoma a las
normas sociales.
Las normas morales se definen
como una obra colectiva que recibimos y adoptamos en mayor o menor medida, y
que no contribuimos a elaborar. Por lo tanto, la responsabilidad del sujeto que
se está formando queda muy limitada; no tiene más tarea que hacer suyas las
influencias que desde el exterior se le imponen, sin que su conciencia y su
voluntad tengan papel alguno en la aceptación, rechazo o modificación de las
prescripciones morales que recibe. En todo caso, la única tarea que corresponde
a cada uno de los sujetos en formación es averiguar la naturaleza y la
necesidad de las normas sociales, es decir, llegar a conocer su razón de ser.
Es a partir de ese momento, una vez descubierta la realidad de las normas
sociales, cuando el conformismo adaptativo deja de ser presión o imposición y
se convierte en reconocimiento y aceptación de la necesidad de las normas
sociales. La heterónomía (Ausencia de autonomía de la voluntad, que se
rige por un poder o una ley externos.) comprendida se habrá
transformado en cierto modo de autonomía.
Entender la educación moral como
socialización significa, en muchos casos, reducirla a procesos sociales de
adaptación, que señalan correctamente que la moral tiene que ver con el cumplimiento
de las normas sociales, pero no perciben que tales normas pueden también
criticarse, cambiarse y, en definitiva, construirse creativamente. Por otra
parte, la educación moral como socialización reconoce también de modo correcto
la vinculación a la colectividad que supone las prácticas morales, pero sólo da
cuenta de tal vinculación en tanto que adhesión incondicional a una realidad
superior que se nos impone unilateralmente. En cambio, resulta difícil percibir
los procesos de participación y de cooperación que son los que construyen y
reconstruyen la colectividad y permiten la formación de un sentimiento de
pertenencia social activo y crítico. Finalmente, la moral requiere autonomía de
la personalidad, pero no sólo como descubrimiento y acatamiento de las
regularidades sociales. La autonomía supone conciencia personal y creatividad
moral. La educación moral como construcción reconoce el momento o el contenido
socializador que siempre tiene la educación moral, pero considera
imprescindible subrayar la vertiente crítica, creativa y autónoma de la
moralidad.
LA
MORAL DIALOGICA
“Quien argumenta comparte con una comunidad
el sentido de los términos que emplea, sigue las reglas lingüísticas de tal
comunidad y se ve obligado a recurrir a ella para discernir lo verdadero y lo
correcto. En relación con lo correcto, el dialogo con otros y consigo mismo es
el único lugar en que los hombres pueden averiguar si sus necesidades e
intereses subjetivos pueden defenderse ínter subjetivamente como exigencias, o
bien deben permanecer en el terreno de lo subjetivo. Si una necesidad posee
base argumentativa suficiente como para plantearse como exigencia (objetiva),
es que puede pretender con todo derecho convertirse en fundamento para una
norma moral en la vida pública. Precisamente porque el dialogo constituye la
piedra de toque para que los hombres podamos calibrar la objetividad de
nuestros deseos, quien se interese por averiguar qué es lo correcto no puede
acudir a la argumentación anteponiendo sus intereses subjetivos, sino buscando
desinteresadamente el acuerdo en virtud del cual podrá conocerse así mismo
desde el punto de vista MORAL. El DIALOGO: No es, pues, solo el procedimiento
del que un individuo racional se sirve con vista a persuadir a los demás para
que atiendan a sus intereses subjetivos. Tal instrumentalización es posible,
pero no pertenece a la finalidad primaria del discurso.”
TAREA
DOS
ÉTICA MORAL DIALÓGICA
El presente
documento, realiza una aproximación al dilema ético-moral que se visible en
las organizaciones a la hora de tomar decisiones, dado que se presentan
frecuentemente dos ópticas que se oponen mutuamente en las practicas de gestión
administrativa. Esta doble óptica, o dialógica ha sido abordada clásicamente
desde un enfoque simplista, en un intento desmedido por anular la lógica
subyacente. Sin embargo, enfoques sistémico - complejos proponen mecanismos de distensión
para el abordaje problémico del fenómeno, haciendo que esa contradicción, sea
confrontada con un enfoque ecologista, a través de la construcción de valores,
a cambio de la inducción forzosa, y acompañada de un discurso consistente en
vez de un doble discurso, y que a través de un proceso de construcción de comunicación
moral, se permita la interacción y el acceso a diferentes niveles de verdad y
de valores individuales o grupales con potencial de ser institucionalizados.
El problema del
relativismo moral en las Organizaciones, se sugiere entonces, ser abordado
desde una coherencia racional en procura de la estabilidad permanente,
soportado en un sistema de valores y principios construidos, que permitan las
decisiones reflexivas que favorezcan la construcción de un carácter a la hora
de establecer metas y deliberar sobre ellas.
Finalmente, se
resalta el aporte de la ética de mínimos, como posible camino para la
minimización del totalitarismo moral y por ende, la posible coexistencia de
una puralidad libre de temor e incertidumbre para quienes difieren de ella, que
les permita compartir unos mínimos innegociables que operen al interior de las
organizaciones.
TAREA
TRES
LA
ÉTICA DIALOGICA
La ética dialógica está basada en el estudio de las estrategias
de dialogo y comunicación entre los individuos, porque afirma que solo de este
modo se puede construir un mundo moral.
Se puede considerar que esta ética es el fundamento armónico de la sociedad porque se encarga de velar por las condiciones comunicativas o lingüísticas de las personas, por esto es llamada muchas veces ética del lenguaje o de la comunicación, se preocupa por la forma en la que los grupos de personas pueden elaborar códigos y normas morales comunes que beneficien a todos los miembros de la humanidad.
En una sociedad armónica es muy importante el respeto a las personas así como el respeto a los derechos humanos, la ética dialógica sostiene que las normas morales han de ser fruto de un acuerdo basado en el dialogo argumentativo en condiciones de igualdad entre personas racionales y libres.
Las éticas dialógicas son, por tanto, éticas del discurso, que sitúan los mandatos que constituyen el deber, en las normas que resultan del acuerdo al que haya llegado cada persona después de haber argumentado racionalmente la defensa de su posición.
En las éticas dialógicas el hombre bueno o correcto es aquel que se encuentra dispuesto a resolver las situaciones de conflicto mediante un discurso argumentado o un dialogo encaminado a lograr un consenso y se está dispuesto así mismo a comportarse como se haya decidido en dicho acuerdo.
Se puede considerar que esta ética es el fundamento armónico de la sociedad porque se encarga de velar por las condiciones comunicativas o lingüísticas de las personas, por esto es llamada muchas veces ética del lenguaje o de la comunicación, se preocupa por la forma en la que los grupos de personas pueden elaborar códigos y normas morales comunes que beneficien a todos los miembros de la humanidad.
En una sociedad armónica es muy importante el respeto a las personas así como el respeto a los derechos humanos, la ética dialógica sostiene que las normas morales han de ser fruto de un acuerdo basado en el dialogo argumentativo en condiciones de igualdad entre personas racionales y libres.
Las éticas dialógicas son, por tanto, éticas del discurso, que sitúan los mandatos que constituyen el deber, en las normas que resultan del acuerdo al que haya llegado cada persona después de haber argumentado racionalmente la defensa de su posición.
En las éticas dialógicas el hombre bueno o correcto es aquel que se encuentra dispuesto a resolver las situaciones de conflicto mediante un discurso argumentado o un dialogo encaminado a lograr un consenso y se está dispuesto así mismo a comportarse como se haya decidido en dicho acuerdo.
Estas dos teorías éticas destacan entre las teorías más
importantes del siglo XX. Ambas teorías tienen en común su carácter
dialógico, es decir, se preocupan por la dimensión comunicativa y/o lingüística
(por ello las consideramos éticas "de la era del lenguaje").
Están preocupadas por las condiciones de comunicación en las
que los grupos humanos pueden elaborar códigos de valores y normas morales
comunes y beneficiosas para todos los miembros. En este sentido, recogen
la herencia de la idea kantiana del "respeto a la persona" y la
preocupación social de los utilitaristas. Además, estas éticas cuentan también
como referente normativo con los derechos humanos tal como se han ido
elaborando en el foro de las Organización de las Naciones Unidas. Las
éticas dialógicas inciden en el estudio de las estrategias de diálogo
entre los individuos porque han llegado a la conclusión que sólo de este
modo se puede construir un mundo moral. Es en una búsqueda conjunta de todos
los miembros de una sociedad como se puede llegar a valores morales
positivos y no indagando en una naturaleza humana en abstracto, desde la
mera investigación en un gabinete de filosofía. En este sentido las éticas
dialógicas se ven como superadoras de un excesivo teoreticismo que estaría
presente en gran parte de las éticas anteriores (incluyendo a Kant y
a los utilitaristas), y que, desde una óptica personal, ya había denunciado
Nietzsche
TAREA CUATRO
CONCLUSIONES
DE LA MORAL DIALÓGICA Y LA ÉTICA DIALOGICA
La
Moral Dialógica: Es un conjunto de principios, preceptos, mandatos,
prohibiciones, permisos, patrones de conductas, valores e ideales de vida buena
que en su conjunto conforman un sistema
más o menos coherente, propio de un colectivo humano concreto en una determinada
época histórica.
Cuando
las éticas del dialogo remiten al consenso como fundamentador de las normas.
”El hombre moralmente
bueno es aquel que se halla dispuesto a resolver las situaciones de conflicto
mediante un discurso argumentado, un dialogo encaminado a lograr un consenso y
se haya dispuesto asimismo a comportarse como se haya decidido en ese
consenso”.
LA MORAL DIALÓGICA: Es la
base de una moral cívica. MORAL CIVICA: Es aquel tipo de moral que contiene los
valores que una sociedad ya tiene que compartir para poder construir entre todos
su mundo. Cuáles son los valores de una moral cívica?
La libertad La igualdad La solidaridad
La libertad La igualdad La solidaridad
ÉTICA DIALÓGICA: Conjunto
de normas morales que rigen la conducta humana. También podemos decir que es
una parte de la filosofía que trata de la Moral y de las obligaciones del
hombre.
Sostiene que las normas
morales han de ser fruto de un acuerdo basado en el dialogo argumentativo en
condiciones de igualdad entre personas raciales libres.(comunidad ideal de
dialogo, ética del discurso)
Las éticas dialógicas sostienen
que las normas morales han de ser fruto de un acuerdo basado en el dialogo
argumentativo en condiciones de igualdad entre personas racionales y libres
La ética discursiva aspira
a fundar un principio moral que no esté basado en intuiciones o comprensiones
de una época o cultura determinada, sino que tenga validez universal.
La ética dialógica intenta
ser una salida racional y práctica a las muchas formas de dominación ideológica
y estratégica que sufre el ciudadano común
convertido en espectador pasivo en democracias sin pueblo.
*PRINCIPIO DE
UNIVERSALIZACION: una norma será válida cuando todos los afectados por ella
puedan aceptar libremente las consecuencias y efectos secundarios que se
seguirían, previsiblemente, de su cumplimiento general para la satisfacción de
los intereses de cada uno.
*PRINCIPIO DE
LA ETICA DEL DISCURSO: solo pueden pretender validez las normas que encuentran
aceptación por parte de todos los afectados.
Ética dialógica o comunicativa:
CUANDO SE AFIRMA “Las
palabras expresadas por la voz no son más que la imagen de las modificaciones
del alma; y la escritura no es otra cosa que la imagen de las palabras que la
voz expresa. Y así como la escritura no es idéntica en todos los hombres,
tampoco las lenguas son semejantes”.