TAREA DE 10°
¿Cómo es
considerada la enfermedad en el Antiguo Testamento?
La enfermedad: Jn. 9: 1,4 nacimiento de un ciego
Jn. 9: 39 Jesús vino a hacer juicio
(Compendio
313) En el Antiguo Testamento, el hombre experimenta en la enfermedad su propia
limitación y, al mismo tiempo, percibe que ésta se halla misteriosamente
vinculada al pecado. Los profetas intuyeron que la enfermedad podía tener
también un valor redentor de los pecados propios y ajenos. Así, la enfermedad
se vivía ante Dios, de quien el hombre imploraba la curación.
El hombre del Antiguo Testamento vive la
enfermedad de cara a Dios. Ante Dios se lamenta por su enfermedad (cf. Sal 38)
y de Él, que es el Señor de la vida y de la muerte, implora la curación (cf.
Sal 6,3; Is 38). La enfermedad se convierte en camino de conversión (cf. Sal
38,5; 39,9.12) y el perdón de Dios inaugura la curación (cf. Sal 32,5; 107,20;
Mc 2,5-12). Israel experimenta que la enfermedad, de una manera misteriosa, se
vincula al pecado y al mal; y que la fidelidad a Dios, según su Ley, devuelve
la vida: "Yo, el Señor, soy el que te sana" (Ex 15,26). El profeta
entrevé que el sufrimiento puede tener también un sentido redentor por los
pecados de los demás (cf. Is 53,11). Finalmente, Isaías anuncia que Dios hará
venir un tiempo para Sión en que perdonará toda falta y curará toda enfermedad
(cf. Is 33,24).
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